¿No das con la tipografía perfecta? Te contamos qué hacer.

Otra vez en el mismo punto: estás en tu escritorio y toca empezar un nuevo proyecto de diseño. Lo primero: elegir una tipografía. Abres la lista de fuentes online y enseguida te sientes bombardeado por la cantidad de opciones. La oferta de tipografías es abrumadora. Después de varias horas investigando, por fin das con una familia que te gusta, pero no estás seguro de cómo se verá en móvil. Saltas a otra opción, pero dudas de si encajará con tu público objetivo.
Antes de que te des cuenta, lo que ha empezado como una búsqueda rápida se convertirá en una tarde entera de análisis de fuentes. Al acabar el día, quizás hayas podido reducir la lista de opciones a unas diez fuentes, pero sigues sin quitarte de encima la sensación de que te falta algo. Y es que quieres elegir el tipo de fuente perfecta para tu marca. ¿Cuál es el siguiente paso?
Como profesionales del diseño, reducir las opciones de fuentes entre todas las tipografías que hay es una de las tareas más difíciles a las que nos enfrentamos a la hora de poner en marcha un nuevo proyecto. Seleccionar la fuente perfecta para una marca es todo un reto. Ya sea una campaña, el lanzamiento de un producto o una renovación de marca, la tipografía que elijas es importante, ya que puede influir en la respuesta de los consumidores y las consumidoras. De hecho, puedes generar un 13 % más de respuestas positivas si das con la tipografía correcta.

La tipografía puede generar una sensación de confianza y causar un impacto duradero en el público. La tipografía solo es uno de los muchos ingredientes que componen un diseño; la identidad visual de la marca debe tener unas bases sólidas. Recuerda que desarrollar una identidad de marca coherente puede incrementar los ingresos en un 33 %.
Precisamente para lograr esa coherencia de marca, es necesario elegir una fuente que pueda funcionar en todas las plataformas, por lo que dar con una familia de fuentes polivalente es fundamental. ¿No sabes cómo elegir la tipografía adecuada? Realmente, las decisiones que se toman en el proceso de diseño son subjetivas, por lo que el propio concepto de «tipografía perfecta» también lo es. Desde nuestro punto de vista, la elección de la fuente se basa en un 50 % en el aspecto y en un 50 % en lo que nos satisface la decisión. Dicho esto, ¿cómo puedes tener la certeza de estar eligiendo la fuente adecuada para tu proyecto?
La cantidad de opciones puede ser abrumadora. Si te bloqueas, da un paso atrás y hazte algunas preguntas clave:
- ¿Qué objetivos quieres conseguir con la tipografía?
- ¿Quién es el público objetivo al que quieres llegar?
- ¿Qué tipo de identidad de marca quieres construir?
- ¿Qué futuro visual prevés para tu marca?

Plantearte estas preguntas clave te ayudará a pensar en formas de alcanzar los objetivos de tu proyecto gracias a las decisiones que tomes sobre la identidad de la marca. Durante el proceso, no te olvides de la funcionalidad. Debes tener en cuenta la accesibilidad, la legibilidad y la conexión emocional de la fuente que elijas. Al fin y al cabo, la tipografía más legible se lee un 33,1 % más rápido que la menos legible. Cuando se tiene poco tiempo para causar una buena primera impresión, la legibilidad es crucial.
Recurre al mapa de cuadrantes para definir la percepción.
Una opción para encontrar el tipo de fuente adecuada es recurrir a los cuadrantes de percepción, un modelo que te ayudará a entender las fuentes que encajan con las marcas. En cada punto del eje, cada uno de los cuadrantes se etiqueta con una palabra clave que define el posicionamiento de la marca (por ejemplo, tradicional o moderna). En esos cuadrantes, debes colocar ejemplos de fuentes para determinar su percepción.

Una forma práctica de entender qué tipografías encajan mejor con tu marca es trabajar con cuadrantes de percepción. Se traza un eje con valores (tradicional/moderno, formal/informal, etc.) y se colocan ejemplos de tipografías en cada cuadrante. Este ejercicio ayuda a identificar qué fuentes transmiten mejor la personalidad de la marca y también a experimentar con combinaciones tipográficas: quizá necesites una tipografía potente para grandes formatos y otra más ligera para móvil. Lo importante es que las fuentes funcionen bien juntas y estén alineadas con los valores centrales de la marca.
Utiliza bibliotecas de fuentes.
Otra fuente de inspiración para seleccionar un tipo de letra son las bibliotecas de fuentes, en las que puedes filtrar las opciones fácilmente en función del posicionamiento de marca. En lugar de rebuscar entre infinitas opciones de fuentes, puedes afinar tu búsqueda con filtros para acotar lo que te ofrece una biblioteca de fuentes fiables y de alta calidad. A veces menos sí que es más. A medida que vayas refinando tu selección de fuentes, no te olvides de comprobar el tiempo de carga de la página, la facilidad de lectura de la fuente y la accesibilidad para los usuarios y usuarias. Debes asegurarte de que tus fuentes funcionarán en los casos de uso que necesitas. Ten en cuenta que el tiempo de carga de la página es clave: la probabilidad de rebote aumenta en un 32 % si el tiempo de carga de la página se incrementa de uno a tres segundos. Tu fuente también debe poder leerse en varios dispositivos diferentes sin latencia, la cual suele deberse a archivos de gran tamaño o a problemas de representación.

Consejos rápidos:
- Carga previamente tus fuentes y alójalas en tu propio servidor.
- Comprueba que tienes el formato de archivo más reciente, como WOFF2.
- Siempre que sea posible, usa tipografías variables: ocupan menos que una familia completa con todos los pesos.
Un muy buen ejemplo de tipo de letra variable es Cotford, una fuente contemporánea con remate, obra del director creativo de tipografía de Monotype, Tom Foley. Cotford, creada para la era digital, permite a profesionales del diseño ajustar el tipo de letra hasta dar con el grosor, el contraste y el tamaño óptico adecuados para su proyecto.

Apóyate en los factores emocionales.
Crear una conexión emocional es otra vía desde la que abordar la selección de fuentes. Las fuentes tienen el poder de calar en los consumidores y consumidoras e incluso hacerles percibir el logo de una empresa de forma más positiva. Monotype se ha asociado recientemente con la empresa danesa de investigación en ciencias del comportamiento Neurons para estudiar nuestra respuesta conductual a las fuentes. Según las conclusiones del estudio, la fuente adecuada puede incrementar un 9 % la confianza y un 10 % la facilidad de memorización. Experimenta con tipografías sans serif y serif para ver cuáles conectan mejor con tu público objetivo.
Canalizar los valores emocionales de la marca para la que estás diseñando puede ayudar a resaltar la importancia de las emociones en la tipografía y a encontrar la fuente que encaje con la visión a largo plazo de la marca. Un buen ejemplo es el rebranding global de M&Ms con la agencia asociada Jones Knowles Ritchie, que supuso el primer diseño tipográfico personalizado de la marca. La tipografía llamada All Together, capta con precisión el carácter divertido de la firma. La fuente de visualización personalizada se mostrará en todos los envases, por lo que debe reflejar perfectamente los valores de la marca.
Externaliza tu inspiración.
Si sientes que te has estancado, sal de tu burbuja. Ve a la biblioteca, al parque o al gimnasio; es decir, aléjate un poco de tu mesa y recurre al mundo exterior para inspirarte. Tal vez la tipografía de un libro te despierte nuevas ideas o tengas un momento de lucidez cuando por fin dejes descansar a tu mente, como le ocurrió a Marie Boulanger, diseñadora de marca de Monotype. Hace poco diseñó un conjunto personalizado de 36 pegatinas de frutas, una por cada letra del alfabeto, después de encontrar la inspiración en un paseo.
Vayas donde vayas, ten preparado un bloc de notas o el teléfono para documentar las cosas que te inspiran. A veces la inspiración llega cuando menos te lo esperas.
Busca la tipografía adecuada, no la perfecta.
Dar con la tipografía perfecta puede ser difícil, pero encontrar la tipografía adecuada es perfectamente factible. En lugar de dejarte paralizar por la abrumadora cantidad de posibilidades, a la hora de elegir una fuente, reduce tus opciones. Lo más probable es que sientas más confianza en tu decisión si eliges entre miles de opciones en lugar de entre solo cinco. Las bibliotecas de fuentes son útiles para reducir tus opciones a un conjunto de fuentes de confianza, a partir del cual puedas elegir un tipo de letra que funcione bien para tu marca.
La próxima vez que tengas que tomar una decisión sobre fuentes, prueba alguna de las estrategias anteriores para ver cuál te funciona mejor. Como ocurre con todos los aspectos del diseño, la elección de la fuente es un proceso en constante evolución. A medida que las marcas sigan perfeccionando su identidad, sus necesidades y valores fundamentales también evolucionarán.
Depende de ti tomar la mejor decisión con la información de la que dispongas. Como diseñador o diseñadora, tienes en tu mano la posibilidad de ayudar a las marcas a lograr el equilibrio entre su personalidad y sus necesidades.